Ven con las alas de una tarde gris,
ven cuando no te esté esperando,
ven con el aguacero que bautizará este
encuentro
de gatos y ratones,
de trigo y caracoles;
amor que vas y vienes como el viento.
(1) Ven cuando bostece el
centinela,
cuando la ciudad esté durmiendo
ven con el aguacero que bautizará este
encuentro
amor que llegas trayendo paz;
amor efímero que te vas
dejando el tormento.
Y yo voy a
esperarte cada tarde cuando caiga el sol,
y tú
llegarás con tu risa de porcelana,
volverás
con las flores y el candil en la mirada:
candil que
mata,
me quema el
alma,
ay me va
matando.
Y yo voy a
escribirte los poemas del atardecer,
y tú con la
mirra y el incienso y las canciones…
vuelve con
la tarde gris,
cuando el
mundo duerma al fin,
cuando se
hayan acostado los fisgones. (2)