sábado, 26 de diciembre de 2015

Remedios en los confines del mundo: el nuevo fenómeno de la parranda web

Por Carlos Ramos


Mi hermana más pequeña vive en Naples, Florida, tiene 13 años y vio, en tiempo real, las parrandas remedianas. Ella no es una especie de Merlín del siglo XXI, ni tiene bolas de cristal o espejos con mágicos poderes. Simplemente con su teléfono celular conectado a internet basta para conseguir algo que, unos años atrás, hubiera parecido un milagro. Al igual que ella, cientos de remedianos que ahora viven en el extranjero se pasaron sin dormir la noche del 24 de diciembre. Sus familiares acá, usando imo (una aplicación para videollamadas) les hicieron un apasionante tour por la plaza José Martí, mostrándoles los trabajos de plaza, las carrozas… y el cielo cubierto de palenques, voladores y morteros.
¿Qué dirían de esto Don Fernando Ortiz, Samuel Feijoó, o nuestro folclorista Pedro Capdevila, el más importante teórico de la parranda remediana? ¿Cómo definirían ellos este nuevo fenómeno de la parranda en la web? La música de la conga, las explosiones del fuego y los gritos de la multitud siendo escuchados en una casa de Naples, en Nueva York… y hasta en las más frías ciudades de Europa y Asia. Las fotos de una carroza que acaba de salir, con cientos de comentarios en las páginas sociales. Y el surgimiento de nuevos reporteros que les roban la primicia a los medios oficiales. Es este un fenómeno que, sin lugar a dudas, cambia toda la dinámica en torno a la información. En primer lugar, la multiplicidad de fuentes llega al límite de lo infinito. Derivado de ello, la diversidad de criterios, la inmediatez, la retroalimentación. La posibilidad de réplica. Las discusiones en Facebook llegan a ser tan intensas como las que tienen lugar en las calles y en el parque de Remedios.

Bernardo R. Salazar, un pintor remediano que desde hace años radica en los Estados Unidos, es uno de estos reporteros emergentes, acaso el más constante de todos. No hay foto que se le escape, y sin embargo está a más de noventa millas de aquí. ¿Cómo es posible entonces? Pues supongo que Salazar ha creado una enorme red de colaboradores (amigos y familiares) que hacen fotos de todo, desde la preparación de la parranda en las naves de cada barrio hasta el recorrido de las congas celebrando el triunfo. Todas estas imágenes se las van enviando y él, ni corto ni perezoso, las publica en su página de Facebook que, en este caso, funciona como una especie de periódico particular. Si quieres enterarte de lo que pasa en Remedios durante la parranda, no hay medio más fidedigno ni inmediato que el muro de Bernardo R. Salazar en Facebook. A veces uno lo revisa y descubre cosas de las que no se había enterado, aún estando aquí en Remedios. Y es que su red, supongo, es amplia y eficaz.
 

Este año, en las calles de Remedios y en los sitios de la web, se puede oler el júbilo y la gratitud porque la parranda, con toda su riqueza expresiva, fue un éxito rotundo por parte de ambos barrios. Se borró por fin el infeliz recuerdo de la parranda 2014, malograda en todos los sentidos. Este año sí tuvimos parranda, fue reñida la competencia y ello, por supuesto, da lugar a que – en las calles de Remedios y en los sitios de la web – los carmelitas anden diciendo que ganaron, y los sansaríes riposten que ganaron ellos. 


Trabajo de Plaza. San Salvador                                               Carroza. El Carmen  




En el amanecer del día 25 ambos barrios recorrieron el triunfo en una conga gigante donde ondulaban las dos banderas y se alternaron canciones de uno y otro adversario. Hay que coincidir entonces con los más viejos cuando dicen que el ganador es el pueblo remediano. Y agregar, a partir de ahora, a la red, que se enriquece con las imágenes y videos (accesibles desde cualquier lugar del mundo) de una fiesta genuina que, en plena era digital, mantiene íntegra su esencia, al tiempo que asume los aportes inevitables del nuevo siglo.


 * Todas las fotos son del autor.