Foto tomada de Internet
Será mejor avisarle al sheriff, y que se encargue él de resolverlo. Tomarse la justicia a cuenta propia no es
lo más apropiado en una sociedad civilizada, con leyes, decretos y normas cuyo
incumplimiento implica siempre una sanción. Que los sancionen, que les caiga
encima todo el peso de la ley, porque han matado la fe de las palomas. Sí, las
palomas. Esos seres tan pacíficos, que no le hacen daño a nadie, que no se
meten con nadie, y estos cabrones les han matado la fe. Ahora las pobres aves
tienen pánico a salir del palomar y aventurarse en cortos o largos vuelos, les
causa pavor la idea de no poder regresar, de no saber cómo hacerlo. La idea de
regresar y hallar las puertas cerradas, y limitado el acceso. De regresar y no
tener los mismos derechos de antes, los mismos derechos de las otras palomas,
de las que se quedaron, de las que nunca emprendieron algún corto o largo
vuelo. Les dijeron que volar era cosa de locos, que el mundo sería hostil allá
afuera, que lo mejor para ellas sería no salir del palomar. Les turbaron la
razón a las pobres avecillas, y les nublaron el juicio; les fueron envenenando
poco a poco la esperanza. Por eso todo el peso de la ley ha de caerles encima,
sin atenuantes ni miramientos. Porque hay que ser demasiado cabrón e hijodeputa
para matarles la fe a esos seres tan pacíficos, que no se meten con nadie y que
a nadie le hacen daño.
Muy buena Cronicas Inconclusas II, me gusta. Exitos y bendiciones
ResponderEliminarGracias por leerme, Janet. Muchas bendiciones para ti también.
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